Las abejas son animales imprescindibles para el equilibrio del ecosistema, no obstante, existen diversas amenazas que ponen en riesgo su supervivencia, como la contaminación o la deforestación. Aún así, gracias a la perfecta organización que existe dentro de la colmena, estos animales sobreviven en distintos tipos ambientes, gracias a su efectiva comunicación.
Pero, ¿cómo se comunican las abejas? En este artículo de ExpertoAnimal desvelaremos algunas curiosidades poco conocidas, como por ejemplo los tipos de mensajes que pueden compartir entre ellas, qué significan, cómo los realizan o qué es el baile de las abejas. ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
¿Qué producen las abejas? - Abejas y miel
Si por algo son conocidas, y reconocidas, las abejas, es por su capacidad para producir la valiosa miel. No obstante, no todas las abejas la producen, sino únicamente las conocidas como abejas melíferas, especies comprendidas en su mayoría dentro del género Apis. Pero, ¿cómo hacen miel las abejas? La la sintetizan por medio del polen que obtienen de las flores. Dicha fabricación de la miel es llevada a cabo por las abejas obreras, uno de los tipos de abejas que habitan una misma colmenas, como explicamos más adelante.
Para poder producir miel, se necesita un numeroso grupo de abejas, increíblemente bien organizado y en el cual cada uno de los miembros tiene una función diferenciada. Por una parte, los encargados de iniciar el proceso de producción de miel son aquellos individuos conocidos como abejas transportadoras. Este grupo de abejas es el encargado de chupar el néctar de las flores, llevándolo hasta su colmena en su estómago, que tiene la capacidad de almacenarlo sin digerirlo.
Cuando las transportadoras llegan a la colmena con el néctar, comienza el turno de trabajo de las abejas masticadoras. Estas abejas tienen la función de literalmente masticar el néctar traído por sus compañeras, a fin de que las enzimas de su saliva hagan que se convierta en miel. Este proceso lleva más de 30 minutos, creándose una amalgama de miel y agua.
Como el contenido en agua no es deseable, depositan esta mezcla en los paneles de la colmena, donde el agua se evapora, permaneciendo únicamente la miel más pura. Para que este proceso dure menos, un grupo de abejas, las evaporadoras, se encargan de ventilar la miel por medio del batir de sus alas. Creando así corrientes de aire que favorecen que el agua se evapore más rápidamente.
Por último, las abejas selladoras son las que tienen la función de sellar las celdas en las que está la miel con cera, para evitar que la miel se vierta y se pierda. Estas celdas son donde la miel permanece hasta que las abejas la usan para alimentarse. Por otra parte las abejas producen también cera, pero esta no es para consumirse, si no que la usan como material de construcción para las celdillas que conforman las paredes de sus colmenas.
¿Dónde y cómo viven las abejas?
Las abejas viven en lo que conocemos como colmenas, espacios creados por ellas mismas. Una colmena presenta diferentes zonas o cuadrantes:
- Área central o núcleo vital: donde se ubican las crías, ya sea en su estado larvario o de pupa. Para el cuidado de las crías existen abejas obreras nodrizas, encargadas de salvaguardarlas y atenderlas. Aquí encontramos también la abeja reina y los zánganos.
- Área media o zona de actividad: en ella encontramos al grueso de las abejas obreras, además, es también el lugar donde se almacenan la miel y el polen. En la parte posterior de esta misma área están las abejas protectoras o defensoras de la colmena.
- Base de la colmena: donde se halla la puerta de entrada y salida de las abejas, conocida en el mundo de la apicultura como piquera.
¿Cómo se organizan las abejas?
En una colmena existe una jerarquía muy marcada, encontrando en lo alto de este escalafón a la abeja reina. Esta es la que se encarga de reproducirse con los zánganos, que son siempre machos y cuya única función en aparearse con la abeja reina. La reina es la única abeja de toda la colmena apta para llevar a cabo la reproducción de las abejas, por lo que una colmena sin abeja reina está condenada a la desaparición tarde o temprano.
Después están las abejas obreras, las cuales, como hemos podido ver, cumplen funciones muy variadas. Algunas están especializadas en el cuidado de las crías, otras son abejas transportadoras, mientras que hay también abejas evaporadoras y otras selladoras.
De esta forma, se puede ver que, aunque en un primer momento parezca que la reina es la más importante de todas, cada uno de los escalones es necesario para que una colmena funcione y salga adelante.
Comunicación de las abejas, ¿cómo se comunican las abejas entre sí?
Las abejas son unos insectos fascinantes, pues además de sus capacidades organizativas y su eficacia en hacer funcionar un engranaje tan complejo y eficiente como una colmena, son capaces de establecer diversos tipos de comunicación. Pero, ¿cómo se comunican las abejas en la colmena? La principal herramienta de comunicación de las abejas se basa en las segregación de diferentes tipos de feromonas, cada una con una función diferente.
De esta forma, si segregan una determinada feromona, esta puede indicar por ejemplo que hay un peligro inminente que afecta a la colmena. Mientas que otras sirven para marcar las flores que ya han sido libadas (lo que significa que ya se ha obtenido néctar de ella) para evitar que la siguiente abeja vaya a esa misma flor.
También usan feromonas para conseguir que las abejas nodrizas estén estimuladas de cara al cuidado de las crías, así comp también para señalar fuentes de agua, la entrada a la colmena o dejar señales cuando el enjambre tiene que moverse, para evitar que se pueden perder las abejas si estas van separadas.
La mismísima reina hace uso de sus feromonas con las siguientes funciones: atraer a los zánganos cuando es el momento de reproducirse, evitar que las obreras desarrollen sus ovarios, pues esto crearía competencia, o mantener la cohesión del enjambre.
La danza de las abejas
Además del uso de feromonas, las abejas cuentan con un sistema de comunicación conocido como la danza de las abejas. Este se basa en una consecución de movimientos y desplazamientos, realizados a modo de señas, transmitiendo mensajes a las demás abejas por medio de expresiones corporales.
Uno de los ejemplos de este baile es el movimiento que realizan las abejas cuando se acercan a la colmena, siguen una trayectoria con forma de ocho horizontal. Este movimiento se acompaña por el bamboleo o meneo de su vientre de un lado a otro, dando la impresión de que está bailando.
Y sí, realmente están bailando, así lo demostró el científico Karl von Frisch, quien ganó el premio Nobel en 1973 por descifrar el lenguaje de las abejas. Él comprobó cómo las abejas cambiaban los ángulos de los meneos y movimientos corporales en función del mensaje a transmitir a sus compañeras. Teniendo un gran repertorio de movimientos, a veces solo diferenciados por sutiles diferencias, prácticamente imperceptibles para el ojo humano.
En este vídeo puedes ver el baile de las abejas:
¿Cómo se alimentan las abejas?
Como hemos comentado antes, las abejas producen la miel puesto que esta es su alimento. También producen polen, igualmente nutritivo y esencial para ellas. Tanto la miel como el polen tienen un proceso de sintetización largo y exigente, que requiere la participación de muchos miembros de la colmena, que en ocasiones tiene que correr grandes riesgos para lograr el néctar.
Cuando la miel y el polen están listos, los almacenan en las celdas de las paredes de su colmena, donde lo sellan para que permanezca en buen estado hasta ser consumido. Tan bien lo hacen y lo conservan, que la miel puede permanecer guardada durante años y seguir en las mismas condiciones que cuando fue sintetizada.
Cuando necesitan acceder al alimento, retiran la cera selladora y ahí están la miel y el polen para poder nutrirlas y asegurar la supervivencia del enjambre, así como la continuidad del ciclo de vida de las abejas melíferas. Es por ello que cuando los apicultores recolectan la miel, lo hacen controlando la proporción que toman, pues si esta es adecuada, las reservas serán más que suficientes para el autoconsumo de las abejas.
¿Cómo se defienden las abejas?
Teniendo un bien tan preciado y codiciado por otras especies, incluidos nosotros los humanos, como es la miel, las abejas necesitan mantenerla a salvo. Para ello cuentan con diversas estrategias, aunque sin duda su arma más conocida es la picadura de su aguijón.
Las abejas que defienden la colmena son las abejas obreras protectoras o defensoras. Ellas son las que salen en defensa de toda la colmena cuando un depredador, como los tejones, que adoran la miel, se aproxima a su hogar.
En estas abejas, el aguijón es serrado, lo que hace que este penetre en la piel de su víctima y no se caiga, prolongando el tiempo de exposición al veneno que segregan. Este veneno, aunque no es mortal en la mayoría de los casos, si ocasiona dolor y malestar.
Pero esta defensa tiene un altísimo precio para las obreras, pues el que su aguijón sea serrado hace que su picadura sí sea mortal para ellas mismas. Esta es una de las diferencias entre avispas y abejas. Esta forma, hace que cuando el aguijón queda clavado en la víctima, al salir de la abeja, desgarre su vientre, ocasionándole una dolorosa muerte. Así de valientes y leales son estas abejas, pues por tal de defender su colmena no dudan en poner en juego su propia vida.
Fuente: ¿Cómo se Comunican las Abejas? - Lenguaje, danza y feromonas (expertoanimal.com)
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